Limpiar la taza del inodoro: una guía sencilla con bicarbonato de sodio

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Mantener limpio el inodoro no tiene por qué implicar productos químicos agresivos ni un restregado desagradable. El bicarbonato de sodio proporciona una solución segura, eficaz y asequible para eliminar manchas, olores y suciedad en general. Este método es ideal para el mantenimiento regular y es lo suficientemente suave para plomería sensible.

¿Por qué elegir bicarbonato de sodio?

El bicarbonato de sodio es un abrasivo suave que levanta la suciedad sin dañar la porcelana. A diferencia de muchos limpiadores comerciales, no es tóxico y no libera vapores fuertes, lo que lo convierte en una opción más saludable para su hogar y el medio ambiente. La experta en limpieza Katrina Toner señala que es “barato, fácil de encontrar y suave tanto para la porcelana como para la nariz”. Esto lo hace práctico para una limpieza frecuente sin preocupaciones.

Método de limpieza paso a paso

El proceso es sencillo:

  1. Espolvorear: Vierta media taza de bicarbonato de sodio alrededor de la taza del inodoro, asegurándose de que llegue hasta debajo del borde.
  2. Espera: Deja reposar el bicarbonato de sodio durante al menos 10 minutos, o hasta 45 minutos para las manchas más difíciles. Esto le da tiempo para aflojar la acumulación.
  3. Frotar: Utilice un cepillo de baño o piedra pómez para fregar bien la taza, concentrándose en las áreas manchadas.
  4. Descarga: Descargue el inodoro varias veces para eliminar todos los residuos.

Toner recomienda este método para el mantenimiento semanal o quincenal, especialmente si prefiere evitar productos químicos agresivos o tiene tuberías sensibles.

Aumentar el poder de limpieza con aditivos

Para combatir las manchas más difíciles, considere combinar bicarbonato de sodio con otros ingredientes domésticos:

  • Jugo de cítricos (limón o lima): El ácido cítrico disuelve los depósitos minerales y deja un aroma fresco. Use medio limón o una lima entera, haciendo una pasta que se adhiera a las paredes del recipiente.
  • Peróxido de hidrógeno: Un desinfectante suave que mata el moho y las bacterias y, al mismo tiempo, elimina las manchas leves. Mezcla un cuarto de taza con cada media taza de bicarbonato de sodio.
  • Bórax: Un mineral natural que combate la acumulación sin humos fuertes. Use dos cucharadas por media taza de bicarbonato de sodio, agregando agua o jugo de limón para crear una pasta.

Estos aditivos mejoran el proceso de limpieza sin comprometer la seguridad del bicarbonato de sodio.

El uso regular de bicarbonato de sodio mantiene el inodoro limpio y fresco sin necesidad de productos químicos agresivos. Es una forma sencilla, asequible y eficaz de mantener un baño higiénico.